lunes

OES

Observar el silencio (OES) es una necesidad orgánica y álmica. Lograrlo es abrir un nuevo espacio en el cuerpo, a modo de cuenco, que no hay que llenar con palabras, sentimientos, comida o consumo. El silencio sana. Permite escucharnos y escuchar, abrir percepciones dormidas y descubrir que fuera del ruido interno y externo nuestra almita nos espera.
Observar el silencio es una acción olvidada por el hombre urbano. Es lo que toda práctica filosófica requiere y lo que hizo grande a las civilizaciones que estaban conectadas con la Naturaleza y el Cosmos. Aquellos hombres somos nosotros. ¿En qué lugar nos perdimos? Observa tu silencio y sabrás la respuesta.

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